[Publicado en ‘Libros de Babel’]
Un pequeño pueblo perdido en medio de un bosque entre las montañas, con 150 habitantes, 198 rotondas (para que los viajeros que lleguen allí por equivocación tengan fácil en todo momento dar media vuelta) y el nada apropiado nombre de Nueva York y una detective de homicidios, desterrada allí desde la Nueva York de verdad y casi tan estúpida como el Teniente Frank Drebin de Agárralo como puedas, son los dos ingredientes principales de Todo un verano sin Facebook (Grijalbo), la última novela de Romain Puértolas.
El escritor francés afincado en España, que antes de escritor fue inspector de policía, DJ y hasta limpiador de máquinas tragaperras, aspira a repetir el éxito de su novela más conocida, El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de Ikea, traducida a decenas de idiomas y que cuenta hasta con adaptación al cine.