
[Publicado originalmente en ‘Libros de Babel’]
El fuego invisible de Javier Sierra y Niebla en Tánger de Cristina López Barrio son dos historias sobre la ficción, la creación y la inspiración unidas por el Premio Planeta y cuyos autores están estos días inmersos en un tour maratoniano para presentar por toda España sus novelas, ganadora y finalista, respectivamente, de la última edición del galardón.
La gira planetaria ha parado esta semana en Sevilla, donde los protagonistas de este roadtrip han repetido la apretada agenda que les aguarda en cada ciudad en la que desembarcan: entrevistas de televisión, radio, periódicos, sesiones de fotos y encuentros con los lectores (en Sevilla, presentados por Eva Díaz Pérez) y firmas de ejemplares que terminan bien entrada la noche y en las que uno y otra atienden hasta al último lector que guarda cola con la misma atención y el mismo afecto como si fuera el primero, no del día, sino de la gira. La experiencia, aunque agotadora, tiene sus recompensas: “Lo bonito del Planeta es el cariño que se recibe en todas partes, porque en cierto sentido son también los lectores los que reciben este premio”, en palabras de Sierra (que, todo sea dicho, ya era un novelista superventas, respetado y, sobre todo, querido, mucho antes del Planeta).