(Publicado en ‘Libros de Babel’)
Padres que animan a sus hijos a leer y que tienen libros en casa y profesores que se implican con sus alumnos son dos pilares fundamentales en el desarrollo en los niños del interés por la lectura. Así al menos lo asegura la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA), que en su último Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora (PIRLS) no se ha limitado a puntuar a los niños de los países participantes, sino que también ha dado a conocer cuáles son los factores que influyen en esas puntuaciones y, por ende, en la cantidad de lectores (y de buenos lectores) que tiene cada país.

En el rendimiento de los alumnos influyen numerosos factores, que dependen del contexto social, económico y cultural o de las diferencias entre centros educativos. Pero la clave está en el entorno social y familiar de los niños: la formación de los padres y su profesión, si son aficionados a la lectura y tienen libros en casa, si ayudan y apoyan a sus hijos en los estudios y les animan a leer, si los niños tienen en casa un espacio para estudiar y, además, ordenador o conexión a internet…
Como es de suponer, los niños que obtienen mejores resultados en las pruebas tienen padres con un alto nivel de estudios y empleos cualificados, a los que les gusta leer y animan a sus hijos a hacerlo, que tienen libros en casa y ayudan y apoyan a los niños en sus estudios.