[Publicado en ‘Libros de Babel’]
Dicen que los viejos rockeros nunca mueren, y lo mismo podría decirse de los escritores o, en este caso, de los espías. A sus 86 años el británico John le Carré regresa a las librerías con El legado de los espías, una novela en la que saca de su retiro a su mítico George Smiley un cuarto de siglo después de su aparición en El peregrino secreto (1990).
En esta ocasión la trama está protagonizada por Peter Guillam, colega y discípulo de Smiley en la inteligencia británica, al que el presente reclama para ajustar cuentas por su trabajo durante la Guerra Fría ante una generación que nada sabe, ni entiende, de las redes que se tejieron a un lado y otro del Muro de Berlín.