[Publicado originalmente en ‘Libros de Babel’]
El andén nueve y tres cuartos, el Quidditch, los muggles o Hogwarts son tan sólo algunos de los conceptos y palabrejas con los que una inglesa treinteañera recién divorciada y con una hija pequeña regó la historia que escribía en cafés sin sospechar que la convertiría en una de las escritoras más conocidas y queridas del mundo.
Harry Potter y la piedra filosofal, primera entrega de las aventuras de ese niño huérfano que vive en el hueco bajo la escalera de sus abominables tíos hasta que una carta de Hogwarts cambia su vida para siempre, llegó a las librerías británicas en junio de 1997. Algo más de un año después, el 1 de diciembre de 1998, hace ahora 20 años, lo hizo a las españolas de la mano de Salamandra.